Ayer se llevó a cabo la primera charla del ciclo “Lunes de innovación”, organizado por la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Católica de Temuco.
En esta oportunidad, la invitada fue Brenda Hetz, estudiante de último año de Agronomía, quien di a conocer sus experiencias en torno a la investigación y la innovación a través de su proyecto “Podasana”.
EL INICIO
Una simple idea y las ganas de emprender de esta joven, fueron lo necesario para dar comienzo a un gran camino y posterior proyecto de innovación.
La travesía comenzó el año 2017, gracias a un mail enviado desde el semillero de emprendimiento de la Universidad Católica de Temuco, lo que la motivó a postular y a formarse de mejor manera en relación con sus intereses.
Posteriormente, una gran empresa exportadora frutícola chilena, lanzó una problemática a resolver.
“La fruta viaja 70 días a China, para que sea consumida por los clientes. En este trayecto de 70 días de Chile a China, la fruta pierde calidad. Lanzaron este desafío y esperaron que emprendedores e investigadores propusieran formas para que la fruta llegue con una mejor calidad. Pensé que como estudiante no me iban a pescar, pero para mi sorpresa no fue así” contó Brenda.
Tiempo después, la joven estudiante conoció a Francisca Flores, estudiante de último año de Diseño Industrial de la Universidad Católica de Temuco y la invitó a ser parte de su proceso de emprendimiento. Juntas comenzaron a trabajar y le propusieron a la empresa fruticola que reemplazara sus tijeras de poda de acero por unas tijeras de cobre. El cobre es un elemento muy especial y está comprobado que es capaz de eliminar bacterias.
“La poda es una de las labores que más traspasa enfermedades a las plantas. La empresa aceptó nuestra idea y nos ganamos el proyecto para trabajar con ellos. Comenzamos a trabajar este proyecto con solo una idea” enfatizó la estudiante.
CAÉRSE Y LEVANTARSE
Un día de abril del 2018, las jóvenes ven en las noticias el titular “Chileno crea tijeras de poda de cobra y previene contaminación entre plantas”.
“Alguien estaba haciendo lo mismo que nosotras. Nos costó mucho trabajo todo el proceso. Encontrar proveedores o empresas que quisieran trabajar con nosotras. Cuando empezamos a producir las tijeras, ya había alguien que lo estaba haciendo. Pucha, nuestro foco es poder hacer innovación y esto no lo es” lamentó la joven.
Sin embargo, a pesar de la devastadora circunstancia, ambas jóvenes decidieron seguir adelante y ponerse a trabajar en una nueva idea, repensando situaciones que vivieron durante sus visitas a los huertos agrícolas.
“Nos dimos cuenta que uno de los problemas de los productores, era que las enfermedades en las maderas se transmiten por las herramientas, pero principalmente por los cortes de poda. Ellos actualmente usan una pasta azul para sellar los cortes, así como nosotros usamos crema cicatrizante en las heridas” comentó Brenda.
PODASANA
Bajo la premisa anterior, las jóvenes comenzaron a idear un producto de poda que corte selle simultáneamente para poder unificar el proceso. Es aquí cuando nace Podasana, el proyecto final de ambas.
Tras muchos prototipos, reestructuración de diseños y mucho trabajo, lograron crear un accesorio para tijeras de podar de mano, que permite la aplicación de pasta de podar de forma inmediata. Gracias a esta innovación, es posible aumentar la productividad monetaria, disminuir pérdidas de producción y aumentar ingresos para los y las productoras agrícolas.
“Con esta travesía, aprendimos que los problemas hay que solucionarlos de raíz y mirar todas sus aristas, y lo otro, escuchar lo que las otras personas quieren. Llegamos a este dispositivo porque los productores se quejaban de estas heridas abiertas, pero nunca pensaron en una forma de solucionarlo.” expresó Brenda.